La miel de flores de montaña que ves aquí es el resultado del trabajo de las abejas durante toda la temporada. Nuestra Redolada tiene un clima frío y un verano relativamente seco. Aquí lo tradicional era, en zonas de poca producción, hacer solo un corte o extracción de miel a las arnas o colmenas, a finales del verano, dejando la miel del otoño sólo para ellas. El resultado era y es una miel multifloral, donde se mezclan los matices de las flores del final de primavera (leguminosas, escobizo…) y del verano (lavandas, ajedreas, zarzas, cardos).
Debido a este origen floral, tiene una fuerte tendencia a la cristalización, que es fina y agradable al paladar. La cristalización es un proceso físico natural que ocurre con más o menos rapidez en casi todas las mieles. La cristalización depende del origen floral y de la temperatura de almacenamiento. Las mieles industriales que han sido calentadas por encima de los 45ºC pierden la capacidad de cristalizar, además de otras propiedades. La cristalización es, por tanto, una garantía de que durante la extracción y el madurado la miel no ha sido calentada de manera que se alteren sus propiedades.
Esta miel de flores de montaña que os ofrecemos es la preferida de los abuelos del lugar. Es una miel suave, dulce, ligera, pero con carácter. Color ámbar claro. Recogida a finales de agosto, se encuentra ya en proceso de cristalización. Te obligará a hincar la cuchara, pero no la doblará.
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